¿Por qué no progresan los países Latinos?
Creo que la culpa no es nuestra. Ni del gobierno, ni de la economía, tampoco de los empresarios capitalistas, ni de los medios de comunicación. La culpa no es de la clase media, ni de los pobres. La culpa tampoco es del imperio explotador, ni de los narcos, ni de los franceses, ni de Santa Anna.
Lo que pasa actualmente en Latinoamerica tiene sus razones históricas, macro-económicas, sociales y por ultimo políticas. Miguel Zunzunegui dijo en su libro de La tiranía de las Ideas: “Todo es como debió ser, y no pudo haber sido de otra manera” yo creo firmemente en eso, nada pudo haber pasado de otra manera.
¿Existe algún antecedente?
Como venezolano fui afectado gracias a las políticas duramente implementadas por el gobierno de mi país, políticas que dicho sea de paso yo no elegí, tampoco decidí, ni quise. Por esa razón fue que emigré a México, país con libertades económicas plenas y desarrolladas. Nunca estuvo en mi mente la idea de emigrar a México, siempre creí que si la gente de aquí se iba a los Estados Unidos, era porque aquí las cosas no funcionaban bien y no me equivoque.
El gobierno, aunque intenta con gran esmero ganar buenos comentarios de la opinión pública, sigue fracasando en el intento. Hay una corrupción desmedida en el seno de su matriz, el pueblo le tiene desconfianza, Peña Nieto ganó en parte, gracias a apoyo inagotable que tuvo por parte de los medio de comunicación más importantes del país. Como presidente apoya a la clase empresarial sobre las demás, que evidentemente son quienes más dinero tienen, y no a la mayoría de la población, que como todos saben, es pobre.
Un gobierno así produce desconfianza, y con mucha razón tiene ahorita en sus espaldas el drama nacional sobre los 43 normalistas desaparecidos, cosa que no les hacer hervir en cólera. Mucha gente pide su renuncia, pero aquí, como en todos los países de Latinoamérica, se juega siempre al sordo y al ciego.
Somos países con libertades económicas poco aprovechadas.
Existen libertades económicas, si, plenas y absolutas. Cualquiera puede comprarse un carrito taquero, carne, tortillas, cebollas y ponerse a vender tacos en el centro de cualquier ciudad Mexicana, casi con seguridad tendrá éxito, quizá no se haga rico, pero le permitiría vivir de forma modesta y socialmente aceptable.
Cualquier persona con un pequeño capital puede comenzar una compañía que preste servicios o venda artículos de consumo. Cualquier individuo con un sueldo aceptable, y estoy hablando de unos $8.000 MXN al mes, puede comprar ropa, comida, pagar la renta, pagar los servicios, el transporte, etc. Quizá hasta le quedaría algo para ahorrar. Esas libertades económicas que México tiene, las perdió Venezuela desde hace un par de años. Pero este sistema también tiene su lado oscuro, su Némesis, su enfermedad.
Entonces, ¿Por qué no progresan los países latinos?
Me referiré específicamente a México porque es el 3 pais de latinoamerica donde he vivido, pero en todos la situación es bastante similar (Incluyendo un poco a España). En México hay una larga lista de empresas gringas, que no son ni serán jamás mexicanas, que se les dio la concesión de instalarse en el país y participar abiertamente en el mercado de consumo.
Entre ellas, por mencionar algunas tenemos: The home depot, wallmart, Liverpool, Carls Jr, Starbucks, ScotiakBank… etcétera, ¿Y qué recibieron a cambio estas empresas? Ninguna de ellas pagan impuestos al estado mexicano, el requisito del gobierno para validar esta política fue que las empresas le otorgasen trabajo a un número indefinido de mexicanos.
Mientras que las mismas empresas de dueños mexicanos, además de también dar trabajo a sus paisanos, si pagan impuestos. ¿Y que reciben ese número indefinido de mexicanos por parte de estas franquicias gringas? De $700 MXN a $1150 MXN por semana más prestaciones de ley.
Trabajando 48 horas a la semana en horarios inhumanos, privandolos de libertades como: Ver a sus hijos en horarios donde estos no están en la escuela, compartir de fines de semana familiares, compartir cenas con la familia reunida, velar por la seguridad y educación de su familia, entre otros.
Desprendimiento del núcleo de la familia en Latinoamérica.
De ese modo empieza un desprendimiento social en el núcleo de la familia, porque el papá o la mamá tienen que trabajar siempre, y en el peor de los casos, el papa y la mamá tienen que trabajar todo el tiempo.
Hijos descuidados, hijos mal educados. Y no me refiero a los modales que tienen los niños y jóvenes mexicanos, sino a su falta de ideas y de consciencia. La juventud mexicana vaga sin rumbo claro a través de una sociedad que los empuja a ver escenas sexuales desde pequeños, a ser violetos, a darle poca importancia al respeto, y a copiar cuanta cosa se ponga de moda en USA, porque de no ser así, se les etiquetaría como perdedores o personas sin estilo.
Luego esta misma sociedad critica el “Bulling” sin darse cuenta que no es la solución sino la causa del problema. Los jóvenes de este país están sometidos a reglas sociales sin sentido que los convierten en lo que son: borregos de grupos juveniles adoctrinados por el mercado de consumo, esclavos de grupos empresariales a cambio de sueldos miserables, chivos expiatorios de grupos de izquierda, o asesinos sin libertad al servicio de los narcos.
El futuro se torna oscuro desde temprana edad ¿Qué le deparará a un país con estas condiciones si no logra cambiar? No lo sé con exactitud, pero lo puedo imaginar.
El Clasismo como problema social verdadero.
El clasismo por el que los mexicanos están regidos es voraz. En la calle puedes diferenciar muy bien a alguien que tiene dinero, de alguien que no, aunque quienes tengan dinero a veces sean peores personas que los que no.
La verdad no eso importa, lo que importa es la forma tan despectiva en las que unos mexicanos tratan a otros solo por no ser de su misma condición social, hablo de las dos partes. ¿De verdad tan importante es el dinero como para etiquetar a una persona de buena o mala en este país?
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Me parece muy triste que así sea, porque hay muchos mexicanos en la calle, que no tienen recursos, pero tienen educación, es decir, conocen el valor del respeto, la tolerancia y la bondad, y más importante, tienen ideas. Muchos aman a su familia sobre cualquier cosa, situación que difícilmente pasa en las clases más acaudaladas, donde siempre o casi siempre solo importa el apellido, y el negocio.
La igualdad no se trata de que posean la misma cantidad de recursos, sino que un lado respete al otro, sin importar de qué tamaño sea su apellido o su cuenta bancaria. ¿Pueden imaginarse si en vez de apellidos o cuenta bancaria se tuviese que respetar a los individuos por el tamaño de sus tetas o sus penes? Ningún sistema de respeto actual es equitativo, ese es el problema, pero también es la solución. De la desigualdad debe nacer la tolerancia, y de ella, el respeto.
¿Qué heredamos de los Españoles después de la conquista?
Los españoles vinieron a las Américas a toparse con riquezas, con el oro, y tuvieron éxito. La herencia que nos dejaron fue la de pensar que nos toparíamos una pila de dinero en la calle, del tamaño de un Buick del 62, y que dejaríamos de trabajar por siempre para hacer lo que realmente nos hace feliz: comprar cosas que no necesitamos.
De ellos heredamos esa forma de pensar, en la que creemos que un gerente es una persona que vale mucho solo por ser gerente. Una manera de pensar en la que creemos que debe haber igualdad, pero en vez de luchar por ella, con ideas, con unión, llegamos del trabajo y nos sentamos a ver la tele, hasta dormir.
Al día siguiente nos despertamos, vamos al trabajo, hacemos rico a alguien más, odiamos la monotonía, queremos que sea viernes, salimos, llegamos a la casa, prendemos la tele y nos dormimos otra vez. NO HACEMOS NADA porque algo cambie, y peor aún, hacemos lo que yo estoy haciendo ahora, criticar.
Entonces ¿De quién es la culpa de una Latinoamérica Tercermundista?
Yo estoy consciente de esto, y eso es un punto de partida. La culpa de que mi país esté como está es mía. Es de la sociedad a la que no pertenezco, de los empresarios explotadores, de los pobres, de los ricos, del imperio y de Chávez.
La culpa de que México esté como está no es de Dios, es de la herencia que nos dejaron los españoles, es del gobierno, es de Pemex, es de Hernán Cortez y de Cuauhtémoc, del nopal, de los gringos, de Carlos Slim, del sistema capitalista, del padre que no sabe dar educación a sus hijos, de la empresa que no le da el tiempo al padre de darle educación a sus hijos y de la virgen de Guadalupe con su catolicismo devoto heredado.
En realidad, me parece, que la culpa es de todos.
2 respuestas a «¿Por qué no progresan los países Latinos?»
La culpa es de todos en efecto, de todos los latinos que con el victimismo como excusa se dejan llevar y no prosperan dado que siempre la culpa es de «los estados unidos», «la herencia española» ( hace mas de 200 años de aquello, creo que ya debería estar superado ) o de los «opresores capitalistas». America latina esta como está gracias a las políticas de izquierdas y a la gran masa poblacional sin ningún tipo de cultura.
Estimado Jefferson:
Interesante y muy bien escrito tu artículo.
Soy también escritor y me gusta mucho leer. Tenía tu exacta manera de pensar hasta que leí el libro de Acemoglu y Robinson «Por que fracasan los países» y aunque en parte es como tú y yo pensamos, hay algo mucho más y es las formaciones de instituciones inclusivas, que permiten el desarrollo industrial, motiva a las personas innovadoras a crear libremente y sin temor, a los inversionistas a formar empresas y a que los países avancen. Los gobiernos que no apoyan estas instituciones, tienen miedo a perder el poder y crean así la corrupción.
Soy uruguayo y emigré a EE.UU. hace más de 50 años para que me dejaran hacer lo que mejor hago, que es usar mi creatividad. Acá me dieron la oportunidad de «hacer mi hobby» y me pagaron muy bien por ello.
Otra cosa que traen estas instituciones inclusivas, es que somos parte de las soluciones de los problemas al tener vos ante los alcaldes de las ciudades en que vivimos y a que ellos sepan que su sueldo lo pagamos nosotros y por lo tanto, respetan y atienden nuestras sugerencias.
Bueno… te recomiendo el libro… está muy bueno.
Carlos.